macondo librería

Con títulos como “Juegos de la edad tardía”, “Absolución” o “El balcón en invierno”, el escritor Luis Landero se ha ganado la confianza de fieles seguidores gracias a la riqueza lingüística de sus textos, sus absorbentes tramas y un estilo impecable. Absolutamente recomendable.

En esta ocasión nos narra la vida y milagros de Hugo Bayo, hijo de una familia de clase media-alta, un niño consentido y caprichoso, sin oficio ni beneficio, que mantiene relaciones interesadas con todo el que se le acerca. Abarca desde su adolescencia hasta la entrada en la cuarentena. Nos ofrece el relato en primera persona de un pícaro moderno. Solamente el modo en que comienza el primer párrafo nos indica que nos encontramos ante un charlatán.

Una vida que oscila entre el drama y la comedia, contada con humor, un poco cruel en ocasiones. Su madre, mujer florero, adorada por su marido e idealizada por su hijo, es totalmente infeliz, a pesar de llevar una vida acomodada, y esa insatisfacción la lleva a buscarse un amante. Su padre es un personaje contradictorio, muy religioso y a la vez corrupto en sus negocios como administrador de fincas, trabaja para que a su mujer y a su hijo no les falte de nada. Leo, su amiga más, fiel, a la que se acerca o con la que pone distancia según las circunstancias .El protagonista pasa por episodios de violencia que él mismo provoca, practica el chantaje con sus propios padres, y como acaba de encontrar una manera fácil de acceder al dinero, deja los estudios. Se inicia en el robo cuando se enamora de una chica de clase alta que no está a su alcance. Su situación empeora por momentos, va de gamberro a delincuente. Pero sus malas acciones no tienen consecuencias, y él siempre se justifica pensando que son los demás los culpables. Y cuando llega a la mili se convertirá en peluquero, un oficio que marcará el resto de su vida.

Malvado, voluble, temperamental, celoso, violento, maltratador, desquiciado, autocomplaciente, perdido, loco…todos estos adjetivos le han colgado en nuestras reuniones del club de lectura.

El título del libro nos ha dado ratos de rico debate. ¿Qué significa la vida negociable? ¿La vida la marca un destino predeterminado o nosotros mismos con las decisiones que tomamos?.

El resumen de toda la esencia de este libro lo hemos encontrado en un fragmento del párrafo que cierra la página 132: “Pero esa noche yo aprendí algo de mí. Aprendí que, por muy bajo que uno caiga, mal que bien acaba por amoldarse a la situación. Se mueve y se remueve hasta encontrar una postura más o menos cómoda. Eso es todo. Se adapta al medio. Porque en el oscuro trasmundo de cada individuo solo y desabrigado, la ley de la supervivencia puede más que los imperativos éticos”.

No quiero desvelaros el final, pero Pablos de Segovia, más conocido como el Buscón, dijo una frase que retrata perfectamente a nuestro peluquero: “Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y costumbres”.

Si con esta reseña, alguien se anima a leerlo y le gusta tanto como a nosotros, espero que se anime también a dejarnos un comentario.